miércoles, 13 de marzo de 2013

Alguien que me preste una brújula para encontrar el camino...

A veces llegamos al punto donde tenemos demasiadas opciones. De eso se trata la vida, es una serie de elecciones que van hilvanadas. Elegir no siempre es fácil. El instinto juega un factor importante y a veces es lo primero que descartamos al momento de tener que elegir.

Hoy quiero compartir contigo una serie de cosas que me parecen interesantes y que de pronto te pueden ayudar a decidir.

** Lo que los demás piensen de ti, no es problema tuyo, es problema de ellos.**
La familia, los amigos, todo el mundo parece tener una opinión acerca de lo que debes hacer. Está bien tomarlo en cuenta, pero al final, tú mejor que nadie sabes lo que te conviene y lo que no. Si lo dudas, pregúntale a Robert Downey Jr. que dice, que "sonríe, asienta la cabeza y después haz lo que te de la regalada gana".

** Despréndete de todo lo que haya pasado hasta este punto.**
Cuando sientes que de pronto no puedes hacer algo porque en el pasado lo intentaste y no resultó, olvídate del pasado. Todo lo que eres hoy, es producto de lo que fuiste ayer. Es parte de ti, no tienes que estar martirizándote con esas cosas. Puedes decirte a ti mismo que aprendiste tus lecciones y que confías en que tomarás la decisión más acertada.

** Decídete!**
En los talleres que hemos hecho del Mapa de Prosperidad, lo primero que le decimos a la gente es que debe estar clara en lo que quiere. La raíz de muchas de nuestras inseguridades radica en no saber qué es lo que queremos. La claridad es la clave, ve descartando las cosas que no te gustan o que te incomodan y haciendo una lista de las cosas que te hacen feliz. Tómate tu tiempo para pensar bien en lo que quieres. Entre más claro estés, más decidido estás.

**El mejor momento para sembrar un árbol era hace 20 años, el segundo mejor momento es ahora.**
Muchos sufrimos del mal de procrastinar, dejar todo para mañana. Si algo es prioritario para ti, demuéstrate a ti mismo que es una prioridad y no lo dejes para después.

**El arte de no hacer nada.**
Hay veces que elegimos "no elegir". Tan sencillo como eso. Sabes que tienes que tomar una decisión pero la pones en pausa. Error. Uno no decide cuando morir o cuando respirar. Sencillamente tenemos que aceptar que elegir es parte del juego. No podemos pasarnos la vida poniendo las jugadas en pausa.

**Descarta la idea de que siempre tienes que tener la razón.**
Una de las cosas que más me costaba era abrir mi mente a la posibilidad de que quizás yo no tenía todas las respuestas. Siempre me enfocaba en la respuesta correcta, más que en el proceso de resolver el problema. Aprender a ver las posibilidades, vengan de donde vengan es un reto, pero vale la pena, porque encuentras sorpresas en el camino.

**La ciencia de huir de los problemas.**
Yo soy de las personas que no duerme cuando tiene un problema en la cabeza. Mi horario se invierte, todo se desajusta. Es la peor sensación del mundo. Nadie es inmune a esto. Lo peor que podemos hacer es evadir el problema. Sea cual sea la solución, hay que afrontar el problema primero- ya sea tener que darle la cara a un jefe grosero, a un amigo malcriado o a una pareja que sabes que tienes que dejar.

**La mala manía de no ver las cosas buenas que hay en tu vida.**
El default suele ser enfocarnos en lo que nos falta, en lo que quisiéramos tener, en lo que tienen los demás y muchas veces nos olvidamos de lo que tenemos.  Antes, para mi cumpleaños solía hacer una lista de las cosas que debía haber cumplido para esa fecha, era como el ajuste de cuentas con The Godfather. Hace un par de años, dejé de hacerla porque siempre terminaba deprimiéndome por cosas que realmente no venían al caso en un día en el que todo debía ser bonito y alegre. Empecé a hacer una lista de todas las cosas que había logrado y así, cada año, la lista se hace más larga que la que hacía antes de que tuviera el sentido común encendido.

**La magia de estar presente.**
Cuando estaba en la escuela, la maestra llamaba nombre por nombre en la lista y uno tenía que decir "Presente!". Nunca entendí cuál era la gracia de este ejercicio, porque ella sabía quien estaba y quien no. Ahora comprendo que el punto de eso es mentalizarte de que tienes que decirlo en voz alta para ajustarte mentalmente, de que estás ahí con un propósito. Ahora, mentalmente me digo "Presente" cuando siento que necesito enfocarme en algo, solo para recordarme que cada segundo de vida cuenta y sino cuenta, al final cuesta.

xo







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